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miércoles, 16 de febrero de 2011

Templo Chot

La zona de Lambayeque fue la cuna de importantes culturas pre-hispánicas como la Mochica y la Chimú. La leyenda de Naylamp, que nace en la época pre-hispánica, cuenta que hace mucho tiempo el legendario Naylmap, rodeado de su corte llegó a sus costas, desembarcó cerca del río Faquisllanga y se instaló, haciendo construir el templo Chot, donde colocó el ídolo Yampallec, palabra de origen mochica, de donde viene el nombre Lambayeque.
El templo Chot es la actual huaca Chotuna ubicada cerca del lugar conocido como Lambayeque Viejo.
La leyenda cuenta también que Naylamp está enterrado ahí para que sigamos creyendo en su existencia y en su poder divino. Se encuentran sus representaciones en los famosos tumis y cuchillos ceremoniales. Más tarde se desarrolló la cultura Lambayeque, famosa por su excelente orfebrería en oro.

Características


Perteneciente a las culturas Mochica y Lambayeque, al estado regional tardío (750-1400 d. C.) Tiene 15 m. de altura, de base cuadrangular con una rampa de acceso en zigzag, situada en el lado frontal. Es parte de un complejo formando grandes murallas, algunas de 4 m de altura que encierran patios y otros montículos de adobe, cubiertos en parte por arena. Su estado de conservación es regular, apreciándose que en la plataforma superior se han practicado muchos forados que han dejado al descubierto restos humanos y pequeñas estructuras rectangulares con superficie tarrajeada y techos de troncos, notándose así mismo, superposición de muros, clausura de pasajes, etc., lo que indica los diversos períodos de ocupación. En el cuerpo de la Huaca se observa otra gran excavación al final del primer tramo de la rampa de subida. La Huaca Chotuna fue ocupada desde el año 752 d. C. hasta la parte temprana del período colonial. Las construcciones con frisos pertenecen a la fase intermedia de ocupación, fechada entre 1 100 y 1 350 d. C., aproximadamente. Su fechado está basado en el tipo de adobes utilizados en la construcción de las paredes donde se presentan los frisos.
Estos adobes tienen forma de pan de molde, con perfil bajo un tipo característico de la arquitectura de la fase intermedia. En términos iconográficos, la serpiente bicéfala que forma un arco y enmarca otros motivos, tiene una larga tradición en la costa norte del Perú. Se le encuentra por lo menos desde la fase moche tres, alrededor del año 400 d. C. Un ejemplo de la fase moche IV aprox. 600 d. C. muestra la serpiente bicéfala de una manera similar a como es representada en los frisos de Chotuna, tiene inclusive una cabeza humana en cada una de las fauces. En las representaciones Moche, sin embargo, la serpiente consistentemente enmarca una o más figuras humanas que son mostradas de perfil. No es hasta el horizonte medio Época 3 que la serpiente bicéfala en forma de arco es usada para enmarcar figuras antropomorfizadas y parejas de animales como los que se ven en los frisos de Chotuna y el Dragón. Estos son motivos populares de esta época y frecuentemente aparecen en cerámica manufacturada con moldes de presión.

MAEICHE MUCHIC, CHIPAN SIAMEIÑ

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¡SOMOS MUCHICK, SEGUIMOS VIVOS!

Chotuna Chornancap

En el siglo XVI, el cronista Miguel Cabello de Balboa registró para la posteridad la famosa leyenda de Naylamp, considerado el fundador del antiguo reino de los Lambayeque (cuyo período de desarrollo se situó entre el 800 d.C y el 1350 d.C). Según el español, un importante señor habría llegado a las costas de esa región en una embarcación que era acompañada por una gran flota de balsas. El ilustre personaje se habría asentado cerca de la playa, y allí habría construido un imponente templo. En él, habrían adorado a un ídolo que tenía el mismo rostro del caudillo, a quien llamaron Llampallec, que quiere decir Naylamp.

El mítico escenario al que se refería el cronista es el que hoy se conoce como el complejo arqueológico Chotuna Chornancap, un lugar sagrado ubicado a 15 kilómetros de la ciudad de Lambayeque, la importancia de este recinto radica en ser la presunta cuna de la cultura lambayecana.

Uno de los vestigios más importantes del complejo es la fachada de un templo adornado con frisos en bajorrelieve, ubicado en la huaca Gloria y descubierto por Christopher Donany en 1941. Se presume que en un inicio la fachada tenía unos 30 metros de largo. Actualmente el espacio solo cuenta con 16 metros de largo, cinco de ancho y 26 de fondo.
La fachada principal del templo muestra un panel de relieves en los que se puede apreciar hasta cinco serpientes bicéfalas ubicadas una junto a la otra. Al lado de ellas, se aprecian dos animales parecidos a ardillas. En el entorno y para completar la iconografía aparecen peces, aves y serpientes. Además en la parte superior, logran verse varios paneles cuadrangulares que encierran la representación de seres antropomorfos y zoomorfos.
Los frisos que adornan el sector norte de la huaca Gloria muestran, también, un ave volando en picada con la intención de atrapar un pez, este trazo constituye un sello indiscutible de la cultura Lambayeque y de su relación con la leyenda del Señor de Naylamp. Otros expertos coinciden en que el conjunto de relieves manifiesta la cosmovisión de los antiguos pobladores de Lambayeque, quienes tuvieron como inspiración al mar, los peces, las aves y otros elementos asociados a la costa de la región, como es el caso del fenómeno de El Niño.